Este mes de octubre José Manuel Vidal Ortuño no sigue adentrando el mundo de La Voluntad de Azorín:

Para La voluntad, J. Martínez Ruiz escoge Yecla como escenario en gran parte de la novela. Este pueblo se convierte así en tema literario, representado el vértigo del tiempo y la historia, temas claramente azorinianos. Así lo demuestran los símbolos de la ciudad que escoge el escritor. Uno de ellos es “la blanca mole de la iglesia Nueva, coronada por gigantesca cúpula listada en blancos y azules espirales”.

De otro templo, la iglesia Vieja, destaca su recio campanario, donde “misterioso artista del Renacimiento ha esculpido en el remate, bajo la balaustrada, ancha greca de rostros en que el dolor se expresa en muecas hórridas”. Iglesia Vieja. Yecla

Y a muchos siglos atrás se remonta el Cerro de los Santos, en cuya ladera hallamos los orígenes lejanos de la actual Yecla: “al pie del Arabí se extendía Elo, la espléndida ciudad fundada por egipcios y griegos”. Símbolos que hemos heredado los yeclanos y que, por tal motivo, estamos obligados a preservarlos, con el fin de que puedan disfrutar de ellos las generaciones venideras.Monte Arabi. Yecla

Autor: José Manuel Vidal Ortuño


Ven a la ruta